En el panorama literario español Quiroga ha sido injustamente ignorada. La descubrí en la Biblioteca General de la Universidad de Málaga y poco después la encontré y me resultó difícil porque nadie me había hablado de ella (estudié Filología Hispánica), pero reconocí el libro por su alegato interior que sirve como llamada o manifiesto o prefacio.
Se trata de un libro impresionante.¿Cómo una persona puede transmitirnos los sentimientos de una niña que cambia y madura desde los nueve años hasta los catorce de manera tan compleja y completa en una época tan complicada como fue la de preguerra civil española?
Una vez empiezas a leer no puedes parar. Quieres saber que más piensa Tadea, qué le ocurrirá a la desamparada pero autosuficiente Tadea. Un personaje magnífico. Dicen que tiene algo de autobiográfico. Tadea es fuerte, dura, inteligente, valiente. Pero no es más que una niña. Es atroz vivir la vida a través de los ojos de esta niña de quien todos parecen desentenderse en el internado esta época histórica. Y leer cómo ella se crea a sí misma. Ya lo hizo Matute con Matia, maravillosa, en "Primera memoria", y Laforet, en "Nada", con Andrea. Libros extraordinarios. Pero Tadea....
En el panorama literario español Quiroga ha sido injustamente ignorada. La descubrí en la Biblioteca General de la Universidad de Málaga y poco después la encontré y me resultó difícil porque nadie me había hablado de ella (estudié Filología Hispánica), pero reconocí el libro por su alegato interior que sirve como llamada o manifiesto o prefacio.
Se trata de un libro impresionante.¿Cómo una persona puede transmitirnos los sentimientos de una niña que cambia y madura desde los nueve años hasta los catorce de manera tan compleja y completa en una época tan complicada como fue la de preguerra civil española?
Una vez empiezas a leer no puedes parar. Quieres saber que más piensa Tadea, qué le ocurrirá a la desamparada pero autosuficiente Tadea. Un personaje magnífico. Dicen que tiene algo de autobiográfico. Tadea es fuerte, dura, inteligente, valiente. Pero no es más que una niña. Es atroz vivir la vida a través de los ojos de esta niña de quien todos parecen desentenderse en el internado esta época histórica. Y leer cómo ella se crea a sí misma. Ya lo hizo Matute con Matia, maravillosa, en "Primera memoria", y Laforet, en "Nada", con Andrea. Libros extraordinarios. Pero Tadea....