La gran novela en la que David Foster Wallace estaba trabajando cuando murió. Al recién llegado David F. Wallace los agentes del Centro Regional de Examen de la Agencia Tributaria de Peoria, Illinois, le parecen de lo más normal. A medida que se adentra en la tediosa y repetitiva rutina de su trabajo, conocerá la magnífica variedad de personalidades que han sentido la llamada de hacienda. Su llegada coincide, además, con el recrudecimiento de fuerzas conspiratorias que pugnan por despojar el trabajo del rastro de humanidad y dignidad que todavía queda. David Foster Wallace fue uno de los escritores más importantes de su generación. El rey pálido es su novela póstuma. «Resulta que el éxtasis un placer sentido segundo a segundo y acompañado de gratitud por el don de estar vivo y de ser consciente- se encuentra al otro lado del aburrimiento absolutamente letal. Presta atención a la cosa más tediosa que puedas encontrar (las declaraciones de la renta, el golf retransmitido por televisión) y un aburrimiento como no hayas visto nunca se te echará encima en oleadas y a punto estará de matarte. Si consigues capear esas olas, será como si pasaras del blanco y negro al color. Como encontrar agua después de pasar varios días en el desierto. Un éxtasis constante en todos y cada uno de tus átomos.»
David Foster Wallace
David Foster Wallace (Ithaca, 1962 - Claremont, 2008) fue escritor de novelas, relatos y
ensayos, así como profesor de escritura creativa en el Pomona College de Claremont, en California. En 1996, con treinta
y cuatro años, publicó Infinite Jest, una obra que lo consagró entre la crítica y los lectores, y que la revista Time
consideró una de las cien mejores novelas en lengua inglesa del periodo entre 1923 y 2005. En 2008, tras una prolongada
depresión, Wallace se suicidó en su casa y fue hallado por su mujer. Entre sus obras traducidas a nuestra lengua se
cuentan La niña del pelo raro, Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, La broma infinita o La escoba
del sistema.