«La televisión, desde la superficie hacia sus profundidades, trata del deseo. Y el deseo es a la narrativa lo que el azúcar es a la comida humana». En un momento en que la cultura audiovisual está más presente que nunca gracias a las plataformas de streaming y el consumo (masivo y doméstico) de series y películas, este ensayo de David Foster Wallace, uno de los más influyentes del autor, se vuelve una lectura imprescindible y atemporal. Este libro pone el foco en el impacto que el imaginario de las series de televisión norteamericanas tiene en la literatura. Frente a la incapacidad de escapar de su influencia, el uso de la ironía se ha convertido en la única defensa posible. Gracias a este análisis, Foster Wallace perfila al individuo del siglo XXI: un ser anclado a una pantalla y atravesado por la cultura popular. -------------- La colección Endebate es el hogar de aquellos textos breves que presentan una opinión, defienden una actitud o cuentan una historia, pero son más un aperitivo que un banquete, estimulan la conversación más que saciarla e inician un festín (que no clausuran). Como los mejores bocados, entran por los ojos y dejan un largo poso en el paladar.
David Foster Wallace (Ithaca, 1962 - Claremont, 2008) fue escritor de novelas, relatos y
ensayos, así como profesor de escritura creativa en el Pomona College de Claremont, en California. En 1996, con treinta
y cuatro años, publicó Infinite Jest, una obra que lo consagró entre la crítica y los lectores, y que la revista Time
consideró una de las cien mejores novelas en lengua inglesa del periodo entre 1923 y 2005. En 2008, tras una prolongada
depresión, Wallace se suicidó en su casa y fue hallado por su mujer. Entre sus obras traducidas a nuestra lengua se
cuentan La niña del pelo raro, Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, La broma infinita o La escoba
del sistema.