GALLEGO, VICENTE
El hombre es esclavo de mil creencias: cree que existe el día de mañana, y
jamás se ha movido del aquí y ahora. Cree que existen los problemas personales,
cuando todos los plantean y resuelven las circunstancias de la vida. Cree que hay algo así como lo conveniente e inconveniente, sin ver la agilidad con que lo malo deviene bueno y viceversa. Cree que existen realmente las ganancias y pérdidas, como si la muerte no existiera. En definitiva, cree devotamente en su persona, en el muerto, que lo esclavizará mientras viva entre ilusiones. Este es el diagnóstico
que hace este ensayo.
¿Cabe una religiosidad que vaya contra toda creencia, que nazca allí donde el alma se ha librado de la imaginación y la esperanza? Para el autor, la auténtica religiosidad sólo puede ser el fruto de la extrema pobreza. El que haya tocado el fondo de sus desengaños y esté ansioso por iniciar la aventura de dar consigo
en su cumplida desnudez, encontrará en este libro el aliento de muchos de los hombres que lo precedieron en el hallazgo de lo desconocido, de lo increíble, de lo inmediato, de lo enteramente nuevo y vivo.
Vicente Gallego nació en Valencia en
1963 y es en la actualidad uno de los poetas más destacados de su generación.
Situado en la órbita de la poesía de la experiencia, Gallego ha logrado
imprimir un sello personal a sus versos, que han tomado derroteros que le
distancian de su inicial grupo poético. Su obra poética se ha visto respaldada
por numerosos galardones y premios como el Nacional de la Crítica 2002,
concedido a Santa deriva. Ha
publicado los siguientes libros: Santuario
(1986), La luz, de otra manera (Premio Rey Juan Carlos
1987), Los ojos del extraño (Premio Loewe Joven
1990), La plata de los días (Premio Ciudad de Melilla
1996), Santa deriva (XIV Premio Fundación Loewe
2002), Cantar de ciego (2005); y ha
reunido sus poemas en El sueño verdadero
(Poesía 1988-2002) (2003). Vicente Gallego es también autor de dos libros
de relatos, Cuentos de un escritor sin
éxito (1994, Premio
Tigre Juan), y El
espíritu vacío (2004), y algunas de sus historias han recibido galardones
como el Max Aub
o el Camilo José Cela.