Las guerras actuales y futuras son y serán guerras asimétricas. La razón es evidente: la guerra simétrica no es ya posible, ya sea por la desproporción de medios existente entre los países de alto presupuesto militar y los de bajo presupuesto, destacando entre los primeros la mayor potencia militar del mundo, EEUU. ya sea por los altísimos riesgos que asumiría el atacante ante un rival con capacidad nuclear o bacteriológica. Una asimetría que tiene un claro exponente en el contencioso que EEUU alienta y desarrolla en Oriente Medio. Las principales características de esa guerra asimétrica que hoy se está librando son: la revalorización de la guerra de guerrillas y la utilización de la acción kamikaze. la desterritorialización, desestatalización y desnacionalización del conflicto. la comunicación como instrumento de guerra. la relativización del factor tiempo, que ha pasado a ser secundario para el contendiente de menor capacidad militar convencional. la presencia de un enemigo difuso camuflado entre la población civil y no consolidado en un área geográfica determinada. y la irrupción del Islam como ideología dominante de la periferia, y por tanto como principal ideología alternativa. Frente a los que postulan que el Islam revolucionario conduce a sus sociedades de vuelta hacia el medioevo, Jorge Verstrynge analiza cómo en realidad el Islam revolucionario ha asumido la modernidad, fundiendo ésta con la idea de revolución y con la tradición islámica, insertándose en el actual proceso de mundialización de una forma peculiar al crear un nuevo internacionalismo desestatalizado. El desarrollo de las armas bacteriológicas, la aparición de las armas genéticas, las investigaciones en torno a nuevas armas químicas son señales claras de hacia dónde se orientarán las guerras asimétricas del futuro.
Jorge Verstrynge ha sido un personaje verdaderamente singular en la política española. Su padre –de nacionalidad belga– era fascista y pro-nazi. Al fallecer éste y contraer su madre (española) segundas nupcias, su nuevo padre (español) era un convencido comunista. Ambos padres ejercieron cada uno en su momento su influencia, y quizá como resultado de ello el primer Verstrynge se reconocía como nacional-bolchevique, oscilando en sus juveniles años de formación entre derecha e izquierda en función de sus circunstancias personales. Cursó estudios de doctorado en la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, siendo un alumno brillante que captó la atención de uno de sus profesores, Manuel Fraga. De la mano de Fraga fue una pieza fundamental en la creación en la Transición de Reforma Democrática, un partido de centroderecha, embrión de Alianza Popular, partido este que se renovaría para dar forma al Partido Popular. Candidato a la alcaldía de Madrid frente a Tierno Galván, su figura creció hasta considerarse como el sucesor natural de Fraga y futuro candidato a la Presidencia de Gobierno. Sin embargo, su llamativa evolución ideológica –un tránsito desde la derecha posfranquista a la izquierda socialdemócrata, e incluso más allá– le dejó fuera del juego político. Ingresó en el Partido Socialista como militante de base, y posteriormente tuvo un papel en la fundación de Podemos, un partido liderado por varios de sus ex-alumnos.