Desde el punto de vista de la complejidad química y sensorial, pero también de la salud, el vino es un modelo de alimento. El interés que despierta en la actualidad se debe tanto a cuestiones relacionadas con aspectos culturales y gastronómicos como a las beneficiosas propiedades que un uso moderado puede aportar al organismo humano. Este interés ha suscitado que en los últimos años se haya desarrollado de manera extraordinaria la ciencia del vino, por lo que, a través de una estructura basada en preguntas, este libro traslada a la sociedad los esfuerzos que se han realizado desde la investigación para ofrecer respuestas a los temas que son objeto de debate y que despiertan la curiosidad del consumidor. Así, se presta una especial atención a la química y biodiversidad microbiológica del vino, a sus características organolépticas, a los aspectos relacionados con la sostenibilidad medioambiental, la seguridad y la salud derivados de su consumo.
Es profesora de investigación del CSIC en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL). Su labor se centra en el estudio de la influencia de los componentes de los alimentos sobre el microbioma humano y sus funciones.
