PRADOS, CHARO
Agua indulgente del verano, riéganos. Mójanos, llévanos hasta el borde impreciso de los mares, hasta la cruz del mar, hasta el sabor del mar. Danos gota tras gota la sonrisa tenaz de los sencillos. Róbanos la tristeza del olivo.\n
A los catorce años empezó a trabajar en un bar y descubrió el placer de dar de comer y beber. En los fogones de varios restaurantes aprendió realmente a hacerlo y a disfrutar con ello. En la televisión autonómica de Catalunya convenció a una audiencia fiel de que cocinar podía ser divertido y muy, muy gratificante. Sus recetas se publican, desde el año 2005, en la revista Lecturas, y esta primera recopilación es su argumento definitivo para convencernos de que cocinar es un placer que debe ser compartido.