Las protagonistas de El Sur y Bene tienen algo en común: ambas dialogan con sus sueños, ambas se confiesan a un muerto al que no supieron confesarse entonces. El silencio se confunde así con una nueva confianza, una comprensión quizá final imposible con el vivo.
(Badajoz, 1945-Dos Hermanas, 2014) debutó triunfalmente en 1985 en el panorama de las letras españolas con un aclamado volumen que reunía dos relatos, El Sur y Bene, y obtuvo con su siguiente obra, El silencio de las sirenas, el Premio Herralde de Novela. La autora fue, además, galardonada con el Premio Ícaro, otorgado por Diario 16 a la revelación literaria de la temporada, merecido reconocimiento a la calidad de su obra, que no en vano se convirtió en una de las más traducidas de la narrativa española.