Adelaida García Morales regresa al territorio de sus más espléndidas narraciones: la entrada en la vida. Marta tiene diez años y ya sabe lo que es la muerte: hace poco ha perdido a su madre, y vive sola con su padre, un médico sevillano. Pero en la España de los años cincuenta un hombre y una niña difícilmente podían sobrellevar la domesticidad sin la barrera protectora de las mujeres. Marta se irá a vivir con su tía Águeda a un pueblo de la provincia de Huelva, y entra en un mundo nuevo, un retablo provinciano y gótico de sutiles negros y grises, de buenas intenciones y rígida disciplina, donde el primer e inocente atisbo del sexo desencadena una suerte de caza de brujas, donde la maldad surge de la desdicha y una ordenada casa de buena familia esconde un cruel entramado de pasiones... Una vuelta al oscuro mundo de la infancia, en una prosa delicada y lacónica, donde importan tanto las insinuaciones como las afirmaciones. Adelaida García Morales, una de las escritoras más interesantes y personales de la literatura española actual, regresa al territorio de sus más espléndidas narraciones: la entrada en la vida, la primera mirada que unos ojos despiadadamente inocentes arrojan sobre el amor y la muerte.
(Badajoz, 1945-Dos Hermanas, 2014) debutó triunfalmente en 1985 en el panorama de las letras españolas con un aclamado volumen que reunía dos relatos, El Sur y Bene, y obtuvo con su siguiente obra, El silencio de las sirenas, el Premio Herralde de Novela. La autora fue, además, galardonada con el Premio Ícaro, otorgado por Diario 16 a la revelación literaria de la temporada, merecido reconocimiento a la calidad de su obra, que no en vano se convirtió en una de las más traducidas de la narrativa española.
