DAZAI, OSAMU / AKUTAGAWA, RYUNOSUKE
Hachi (ocho) era un perro de raza Akita, una de las más populares de Japón, que vivía con Hidesabur? Ueno, profesor de Ingeniería Agrónoma de la Universidad de Tokio. Todas las mañanas, el fiel Hachi acompañaba al profesor a la estación de Shibuya y regresaba, cada tarde, para recibirlo; hasta que un día, Ueno sufrió una hemorragia cerebral mientras impartía clase y falleció. Al comprobar que su amigo no regresaba, el perro se quedó a vivir frente a la estación. La gente, conmovida por su devoción, comenzó a alimentarlo y lo apodó Hachik? (el leal Hachi). Hachik? murió diez años después frente a la estación de Shibuya. Allí mismo, hay erigida una estatua de bronce en su honor. Nueve relatos de distinta temática en los que el protagonista indiscutible es el perro, un animal muy querido y respetado en Japón, que tiene incluso varias razas autóctonas, y que es, como demuestra la historia de Hachik?, el mejor amigo del hombre. La continuación de nuestro ?Relatos de gatos?, una deliciosa selección de relatos, en esta ocasión protagonizados por el mejor y más fiel amigo del hombre.
Más allá de su fama de enfant terrible y de su marcada inclinación por el suicidio, Osamu Dazai (1909-1948) es sin ninguna duda uno de los máximos exponentes de la moderna literatura japonesa. A contracorriente siempre de las normas preestablecidas en una sociedad tan rígida y conservadora como la japonesa, Dazai se convirtió, a pesar de su origen aristocrático, en un auténtico paria. Su existencia estuvo signada por la vergüenza, la perplejidad, el tormento y la ansiedad, lo que, paradójicamente, lo ha convertido en un icono de la rebeldía para muchas generaciones de jóvenes japoneses.