Simona, ¿sabes cómo se escribe tu nombre? Mira, así se escribe Simona. Con estas simples palabras, dirigidas a una pequeña de ocho años procedente de una cultura ágrafa, se desencadenaron, como en un cuento infantil, acontecimientos que llevaron a Irena Majchrzak a elaborar un método de alfabetización que funciona igualmente bien con niños indígenas del sureste mexicano y con estudiantes de preescolar en Varsovia. Simona conocía las letras del alfabeto, pero no sabía enlazarlas para formar palabras completas. ¿Qué se necesita para ello, además del conocimiento del abecedario? Con la presente propuesta, el encuentro con la letra escrita pasa por lo más personal: el nombre propio es para cada quien una palabra de fuerte significado que destaca entre todas. Al ver el suyo escrito, el rostro de Simona se iluminó y la emoción de ese destello sirvió como catalizador intelectual: en ese momento entendió que detrás de esas letras estaba ella misma. Y pronto aprendió también la compleja relación existente entre el resto del mundo y las palabras con que lo nombramos y representamos.