Un cuerpo dice la verdad. No siempre, ni a la puede un cuerpo primera, pero siempre es el cuerpo el que la dice. Así lo saben muy bien, o creen saberlo muy bien, los torturadores . Precisamente porque dice la verdad, el límite corporal es recurso, fuente de elaboración subjetiva, raíz de la creación y límite frente al dominio. Así, la técnica puede cobrar cuerpo de mujer a través de la creación femenina: Levántate (imagen de portada) metaforiza esa intrincación entre naturaleza y cultura de la que se nutren el vivir y el morir humanos, intrincación de la que habla este libro. Se propone al lector una mirada multifocal e interdisciplinar sobre el cuerpo (políticas alimentarias, creaciones artísticas, cuerpos fotografiados en su última imagen, secuestrados, adolescentes, sexuados, adictos, a la espera, etc.) Esta obra sitúa la vinculación radical entre subjetivad humana y cuerpo. por eso no exilia la palabra en primera persona e invita a adentrarse en una subjetividad corporal, singular, frágil.
lo leí cuando tenía 17 años, lo había traído mi abuela(inmigrante italiana) después lo perdí de vista y ahora me gustaría leermo nuevamente, después de 20 años, recuerdo que me impactó.
es espectacular
lo leí cuando tenía 17 años, lo había traído mi abuela(inmigrante italiana) después lo perdí de vista y ahora me gustaría leermo nuevamente, después de 20 años, recuerdo que me impactó.
es espectacular