ZAMBRANO, MARIA
Símbolo incuestionable de integridad moral y fuerza vital, Antígona es una de las figuras mitológicas más tratadas en la historia del pensamiento. A ella, escribía María Zambrano (1904-1991) en 1948, «no podemos dejar de oírla», pues «la tumba de Antígona es nuestra propia conciencia oscurecida». La pensadora nunca abandonó su interés por esta heroína, cuya trágica historia, narrada por Sófocles en la tragedia homónima, encierra numerosos asuntos que Zambrano trató con hondura a lo largo de su trayectoria intelectual: la estrecha línea fronteriza entre filosofía y literatura, el carácter social y político de la libertad, el uso y abuso del poder, el exilio o el protagonismo de lo femenino.
Introducción de Marifé Santiago Bolaños.
Edición, introducción y notas a cargo de JUAN FERNANDO ORTEGA MUÑOZ es doctor en Filosofía y Derecho, catedrático emérito de la Universidad de Málaga, amigo personal de María Zambrano y el mayor difusor de su pensamiento como director de la Fundación María Zambrano durante más de 25 años. Entre sus numerosos libros cuenta con quince dedicados a esta autora, de los que destacamos: María Zambrano o la metafísica recuperada (1982); María Zambrano, su vida y su obra (1992); La eterna Casandra (1997); El río de Heráclito (1999); Palabras de caminante (2000); María Zambrano: la humanización de la sociedad (2001); María Zambrano: la aurora del pensamiento (2004); María Zambrano: biografía (2006); María Zambrano: la aventura de ser mujer (2007); Encuentro al atardecer (2013).