MONTANARI, MASSIMO
La idea de comida se asocia gustosamente a la de naturaleza, pero el nexo es ambiguo y fundamentalmente impropio. En la experiencia humana, de hecho, los valores portantes del sistema alimenticio no se definen en términos de naturalidad, sino como resultado y representación de procesos culturales que prevén la domesticación, la transformación y la re interpretación de la naturaleza. Los médicos y filósofos antiguos, comenzando por Hipócrates, definieron la comida como «res non naturalis», incluyéndola entre los factores de la vida que no pertenecen al orden natural de las cosas, sino al artificial. Es decir, perteneciente a la cultura que el hombre mismo construye y gestiona. Esta connotación acompaña a la comida a lo largo de todo el recorrido que la conduce a la boca del hombre. La comida es cultura cuando se produce, porque el hombre no utiliza solo lo que se encuentra en la naturaleza (como hacen todas las demás especies animales), sino que ambiciona crear su propia comida, superponiendo la actividad de producción a la de captura. La comida es cultura cuando se prepara, porque, una vez adquiridos los productos básicos de su alimentación, el hombre los transforma mediante el uso del fuego y una elaborada tecnología que se expresa en la práctica de la cocina. La comida es cultura cuando se consume, porque el hombre, aun pudiendo comer de todo, o quizá justo por ese motivo, en realidad no come de todo, sino que elige su propia comida con criterios ligados ya sea a la dimensión económica y nutritiva del gesto, ya sea a valores simbólicos de la misma comida. De este modo, la comida se configura como un elemento decisivo de la identidad humana y como uno de los instrumentos más eficaces para comunicarla.
assimo Montanari, (Imola, 1949), historiador italiano, especialista en Historia de la Alimentación y catedrático emérito de Historia Medieval de la Universidad de Bolonia. Ha impartido conferencias en muchos países europeos, en Japón, Estados Unidos y Canadá. Es miembro fundador de la revista Food & History, publicada por el Institut Européen dHistoire et des Cultures de lAlimentation. Fue el impulsor del Máster de Historia y Cultura de la Alimentación, que se imparte en la Universidad de Bolonia desde el curso 2001-2002. En el año 2002, le fue concedido el título de Oficial de Honor por el presidente de la República Italiana debido a sus méritos científicos. En 2012 el Institut de France le otorgó el Premio Rabelais como reconocimiento a su especial distinción en el estudio, difusión y promoción de la cultura de los alimentos. Es autor de numerosos libros, algunos de los cuales han sido traducidos al castellano, como El mundo en la cocina: historia, identidad, intercambios (Paidos, 2004), La comida como cultura (Trea, 2006), El puchero mágico: la historia de la comida y de la mesa (Oniro, 2009), El queso con las peras: la historia de un refrán (Trea, 2010) o Historia de la Alimentación, escrita en colaboración con Jean-Louis Flandrin, (Trea, 2011).