Se podría decir que las emociones, tema de este libro, están de moda en el mundo de la educación. Quizá por este motivo resulta doblemente interesante el trabajo que han hecho las autoras, herederas de una vieja tradición hoy poco de moda: la de hacer escuela, con estilo propio, pero haciendo evidente un estilo común. Con su trabajo sobre las emociones hacen evidente la vida de la escuela infantil dinámica, creativa y sin prejuicios, que cada día descubre cómo van construyendo los niños sus conocimientos y sus emociones. Resulta emocionante descubrir con ellas el pensamiento de los niños en relación a temas que durante, quizá demasiado tiempo, se ha considerado que no eran propios de estas primeras edades. Más allá de las emociones, Elisabet, Mª Carmen y Pitti hacen escuela, en el sentido más amplio y general, en sus escuelas: Nabí, Velia de Pórtol y Aire Libre. Y con este trabajo dialogado y dialogante muestran cómo, desde la práctica, es posible hacer escuela. Una idea de escuela sin fronteras, de escuela que, porque está plenamente enraizada en la propia realidad, puede superarla e ir más allá, una escuela que se puede ver en tantos lugares... y que ahora, con este libro, descubrimos en Vallvidrera, en Palma y en Alicante.
