CALDERON DE LA BARCA / BEGOÑA SUMMERS (Ilustración)
Calderón de la Barca, uno de los grandes autores de la literatura universal, escribió numerosas obras que trataban de cuestiones filosóficas. En El gran teatro del mundo, el Creador se dirige al Mundo y a sus personajes, los hombres: Nuestra vida quiere decirnos- es parte de una gran obra de teatro y no importa el papel que se nos haya asignado en este mundo -rico o pobre, rey o labrador-, lo que importa es cómo lo desempeñemos. El lector asiste fascinado a esta reconstrucción tan amena y peculiar del Universo, de lo que significa nuestra vida y de los valores que la deberían guiar.
Esta adaptación trata de acercar la obra a un público amplio, desde la adolescencia en adelante, en España y en Hispanoamérica, trasladando los valores del teatro del siglo de oro, su permanente juventud y actualidad. Partiendo de cierta libertad respecto al original, la adaptación es muy fiel al espíritu de la obra, y conserva en buena parte la belleza de los versos, pues Calderón fue un maravilloso poeta. Las excelentes acuarelas son de Begoña Summers, que también ha ilustrado en Gadir ediciones de Cervantes y Lope de Vega. Merece la pena volver los ojos hacia nuestro Siglo de Oro.
Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681), poeta y dramaturgo en cuya obra culmina la evolución del teatro barroco español. La primera representación de una obra teatral suya, Amor, honor y poder, se llevó a cabo en 1623. Tras un largo período de silencio forzoso por el cierre de los teatros, en 1650 ingresa en la Orden Tercera de San Francisco y se ordena sacerdote. Con el nombramiento de capellán de honor del rey en 1663, Calderón se instaló definitivamente en Madrid y redujo su ritmo creativo. Su producción a partir de entonces se limitó a comedias, autos sacramentales y «zarzuelas», obras cantadas presentadas en el palacio de la Zarzuela.