En la próspera ciudad de Hamelín, una mañana sus habitantes se encuentran ante una invasión de ratones que devoran todos sus bienes. Nadie sabe qué hacer para acabar con la inquietante plaga hasta que un flautista se lleva a los roedores al río, sin esfuerzo ni violencia, con su música encantadora. Esta fábula tradicional sirve a la autora para ejemplificar las cualidades del líder empresarial, en una nueva era en la que las estructuras autoritarias y piramidales han dejado de ser eficaces. Como el flautista del cuento, que dirige primero a los ratones y luego a los niños, el experto en liderazgo es capaz de atraer tanto a su equipo de trabajo como a los clientes a través de su inspiración, creatividad y visión de conjunto.