Un joven licenciado es contratado como profesor particular de griego por un ama de casa abnegada y dócil; unos viajeros se pierden en el bosque cuando buscan la casa y las tierras que han heredado de un pariente lejano; dos compañeros de colegio mantienen a lo largo de su vida una rivalidad sin límites; el heredero de una empresa familiar se entrega a la filosofía presocrática; un hombre anónimo de rutinas imperturbables despierta la sospecha y la imaginación de quien lo espía en secreto? Así son las historias que encierra este libro de Gonzalo Hidalgo Bayal: vidas y experiencias extrañamente seductoras en la voz de sus protagonistas o en la versión de los sucesivos testigos del relato. Porque, como se dice en sus páginas, «cada persona es para la otra solamente lo que dice y lo que cuenta, cada persona es el relato oral de su autobiografía».
Gonzalo Hidalgo Bayal nació en
Higuera de Albalat (Cáceres) en 1950. Es licenciado
en filología románica y en ciencias de la imagen por la Universidad Complutense
de Madrid. En la actualidad enseña literatura en un instituto de Plasencia.
Autor de dos ensayos literarios, Camino de Jotán
(1994) y Equidistancias (1997), Hidalgo Bayal se ha ido imponiendo como
un narrador singular y dotadísimo con obras como Mísera fue, señora, la
osadía (1988), El cerco oblicuo (1993) y Amad a la dama
(2002), y como una deslumbrante revelación con las dos novelas que Tusquets Editores ha
rescatado para su catálogo y que pronto se han convertido en obras de culto: Paradoja
del interventor (Andanzas 599), finalista del Premio Llibreter
2006, y Campo de amapolas blancas (Andanzas 660), saludada como «el
descubrimiento literario del año». (A.S. Harguindey, El
País). Con El espíritu áspero, Gonzalo Hidalgo Bayal
nos entrega ahora su novela más ambiciosa, un verdadero festín literario, donde
se alternan episodios joviales con consideraciones literarias o funden
ejercicios de estilo con vidas y personajes entrañables.