Esta magnífica novela nos traslada a un viejo apartamento de Beirut en el que se encuentra una mujer, con el pelo teñido de azul, que tiene una apasionante historia que contar. Por el autor de El contador de historias.La mujer de papel ha sido galardonada con el Premio Femina 2016.«Podríamos decir que cuando me teñí el pelo de azul estaba pensando en otras cosas, y dos copas de vino tinto no mejoraban mi concentración. Me explicaré...»Aquí está Aaliya, una mujer de unos setenta años, cómodamente sentada en un viejo sillón de su apartamento en Beirut, con una taza de té en las manos y muchas ganas de hablar. La señora nos cuenta su vida, pero qué vida... Huérfana de padre, repudiada por un marido al que nunca quiso, Aaliya ha dedicado sus mejores años a leer libros y a traducirlos, mientras en la calle caían las bombas y retumbaban los ecos de una guerra que la obligó a dormir con un rifle al lado de la cama y a ofrecer su cuerpo a cambio de una ducha caliente.Somos lo que leemos, dijo un sabio, y Aaliya es eso: una mujer extravagante y entrañable, rodeada de papeles, que se resguarda de los malos recuerdos a la sombra de la buena literatura, buscando en los libros ese amor que nadie le dio.Entrar en casa de Aaliya es estar ahí con ella y sus vecinos, compartir sus charlas, sus risas, su miedo y su valor, es una experiencia inolvidable que muestra una vez más el talento de Rabih Alameddine y nos seduce con el poder de las buenas historias.
Rabih Alameddine nació en Jordania en 1959, pero es libanés. Creció entre Kuwait, Líbano e Inglaterra, y a los diecisiete años ingresó en la Universidad de California, en Los Ángeles.Ha obtenido un graduado en ingeniería y un máster en marketing. A lo largo de su vida ha trabajado como ingeniero, consultor,camarero, profesor, pintor y escultor. Es autor de Koolaids: The Art of War, aclamadapor la crítica, y The Perv. Ha recibido una beca de la Guggenheim Foundation. Vive entre San Francisco y Beirut.«Se desarrolla como un secreto, que finalmente ve la luz (?) Crece por medio de retazos y fragmentos, todos igualmente emocionantes, comedidos y desconcertantes, y crea una narración fluida y rebosante (?)», Los Angeles Times. «Alameddine da vida a una voz femenina cálida, encantadora, sutil y sofisticada? confirmando que es un narrador capaz de conmover y cautivar», The Guardian.«Experimenta con cada tono, frágil en algún momento, apasionada y lírica el siguiente, a veces desolada, a veces esperanzada? poco a poco la novela va tomando forma, pero al hacerlo sin un orden lineal, permite puntos de vista insospechados», The Times.«Alameddine crea un retrato cultural de asombrosa originalidad y emprende un viaje que nadie debe perderse», Miami Herald.