Este libro fue escrito con el propósito de ayudar a los docentes a salvar la brecha que existe entre las ideas y su aplicación en las aulas. En primer lugar, intenta crear un marco teórico, una estructura que entreteja tres hilos conductores: la importancia del juego en el desarrollo social, psicológico e intelectual de los niños; la necesidad del ser humano de sentirse capaz, y, finalmente, el imperativo de respeto por los niños -por ellos como personas y por sus decisiones-. La idea central es que cuando en la escuela primaria se dan ciertas condiciones, los niños se capacitan de manera efectiva. Aumenta su respeto por sí mismos, y se sienten más valiosos y más competentes desde el punto de vista intelectual; es decir, están imbuidos del espíritu de puedo hacerlo. Las actitudes «puedo hacerlo» y «no puedo hacerlo» tienen sus raíces en la niñez, y los docentes desempeñan un papel esencial al cultivar estas disposiciones de ánimo en los primeros grados. Comprometerse en el aprendizaje es una decisión asociada al espíritu de «poder hacerlo».
Con actualizadas referencias y el agregado de un nuevo capítulo que aborda con lucidez cuestiones referentes a la moral, el desarrollo del carácter y la responsabilidad social, la segunda edición de esta obra de Wassermann demuestra que todas ellas pueden incorporarse en la escuela primaria recurriendo al «jugar, analizar y volver a jugar».
