El profesor Augustin Gora lleva mucho tiempo exiliado en Estados Unidos cuando, inesperadamente, debe enfrentarse a la llegada a Nueva York de su ex mujer, Lu, a la que no ha olvidado. Lu llega acompañada de su nueva pareja, el joven Peter Gaspar, un hijo de supervivientes del Holocausto que reanuda con Gora viejos diálogos. Pero la vida de Peter empieza a complicarse cuando recibe una carta que contiene una amenaza de muerte. Las sospechas apuntan ya a grupos de extrema derecha, ya a la policía secreta comunista. Entre los exiliados que no han perdido el contacto entre sí, cunde la inquietud. El reciente asesinato del erudito Mihnea Palade está aún fresco en su memoria. Todos podrían afirmar, con Borges: «He conocido lo que ignoran los griegos: la incertidumbre». Algunos, como Gora, y quizá también como Peter, han acabado refugiándose en una guarida de la que sólo una situación extrema les hará salir.
Norman
Manea nació en la región de
Bucovina, Rumania, en 1936. Deportado en la infancia, junto con su familia, a
un campo de concentración ucraniano, vivió en su juventud la ilusión de la
utopía co-munista, de la que pronto se distanció. Ingeniero de formación, desde
1974 se dedica exclusivamente a la literatura. Es autor de novelas, cuentos y
ensayos que le valieron una creciente hostilidad por parte de la dictadura de
Ceaucescu. En 1986 se exilió, prime-ro en Alemania y dos años después en
Estados Uni-dos. En la actualidad vive en Nueva York, donde es profesor en Bard
College. Manea es una de las voces rumanas más críticas y más interesantes de
su generación, y ha obtenido numerosos galardones internacionales, entre ellos,
el MacArtur
Prize en 1992, el National Jewish
Book Award (1993), el Nonino
International Prize (2001) o el
Napoli
Prize for Fiction (2004), y su
libro El regreso del húligan acaba de recibir el Premio Médicis a la
mejor novela extranjera.