Matthew Phipps Shiell nació en 1865 en Montserrat, una isla de lasPequeñas Antillas británicas. Su padre era un comerciante, armador ypredicador irlandés casado con una mulata nativa.A los 20 años se instaló en Londres, donde estudió en el King'sCollege y malvivió largo tiempo acosado por la pobreza. Hasta 1895 nopublicó su primer libro, «Prince Zaleski», historias de detectives alestilo de Poe y Conan Doyle. Pero fue su colección de relatos «Shapesin the Fire» (1896) la que le ganó la admiración de la crítica.Las obras de Shiel no gozaron de gran difusión pública y tuvo queganarse la vida escribiendo seriales para revistas baratas y paraautores de éxito. En 1901 publicó «The Lord of the Sea», una fantasíahistórica inspirada en «El conde de Montecristo», y «La nube púrpura», una novela precursora de la ciencia ficción.«Xélucha y otros relatos de terror, locura y muerte» reúne doce de las mejores historias de horror de Shiel, más de la mitad de las cualesno habían sido traducidas aún al español.Entre estos relatos podemos destacar Xélucha, ambientado en un Londres espectral y emparentado con la Ligeia de su m
Matthew Phipps Shiel (1865-1947) fue un prolífico escritor británico y uno de los máximos exponentes de la literatura fantástica. Nacido en la isla de Montserrat, en las Indias Occidentales, se trasladó a Inglaterra en 1885, donde ejerció de profesor y traductor antes de dedicarse a escribir relatos, publicados por The Strand y otras revistas. En sus primeras obras, El príncipe Zaleski (1895) y Shapes in the Fire (1896), se aprecia una clara influencia de Edgar Allan Poe, y en trabajos posteriores, como en The Yellow Danger (1898), también se hallan reminiscencias de H.G. Wells y Jack London. En nuestro país, la mejor muestra de su narrativa breve se encuentra en el volumen antológico La mujer de Huguenin (Reino de Redonda, 2000). La nube púrpura, escrita a modo de folletín en 1901 y publicada en seis entregas por The Royal Magazine de Londres, de inmediato llamó la atención del mundo literario inglés y cosechó grandes alabanzas de muchos escritores contemporáneos. En 1929, Shiel revisó la novela para una nueva edición de sus obras y, en paralelo a la campaña de promoción, empezó a desarrollar la leyenda del Reino de Redonda. El autor, que decía haber sido coronado en 1880 primer rey de Redonda (una minúscula y deshabitada isla antillana) con el nombre de Felipe I, dio así lugar a una curiosa dinastía literaria que aún continúa.