DILLARD, ANNIE
Por primera vez en nuestro país se realiza la traducción de esta obra de Annie Dillard. En ella, la autora nos habla su oficio y lo hace con voz pausada, a la vez que despliega una gran carga de pasión.
Una de las pocas cosas que sé acerca de la escritura es ésta: gástalo todo, dispáralo a bocajarro, piérdelo sobre la marcha, una y todas las veces que sea preciso. No conserves lo que parece provechoso para más adelante, para otra fase del libro: dalo, dalo todo, dalo ahora. El impulso de reservar algo bueno para un lugar aparentemente mejor es la señal que se necesita para gastarlo ahora, sin tardanza. Ya aparecerá algo distinto, puede que mejor, más adelante. Estas cosas se llenan por detrás, por abajo, como el agua de un pozo. Del mismo modo, el impulso de guardar para uno lo que ha aprendido no sólo es vergonzoso, sino que es destructivo. Todo lo que no dé uno libre y abundantemente termina por perdérsele. Uno abre un buen día la caja fuerte y se encuentra con cenizas.
Nació en Pittsburgh, Pensilvania, en 1945. Cursó estudios de Literatura en la Universidad de Hollins, Virginia, y redactó su tesis doctoral sobre la figura de Henry David Thoreau y la función metafórica de la laguna de Walden. En 1975, antes de cumplir los treinta años, recibió el Premio Pulitzer de Ensayo por su libro Una temporada en Tinker Creek (Errata naturae, 2017). Desde entonces ha cultivado casi todos los géneros: es autora de varios ensayos, dos novelas, diversos volúmenes de poesía, otros tantos de crítica literaria y un libro de memorias. Sin duda alguna, es una de las más importantes escritoras norteamericanas vivas, y entre sus libros cabe destacar Enseñarle a hablar a una piedra, Holy the Firm, The Writing Life o For the Time Being. Por otro lado, durante más de veinte años ha simultaneado sus incontables viajes y su labor como escritora con la tarea docente, su otra gran pasión, en el Departamento de Literatura de la Universidad de Wesleyan, Connecticut. En 2015 recibió de manos del presidente Barack Obama la Medalla de las Artes y las Humanidades, el máximo galardón cultural de su país.