ESTEBAN DUQUE, ROBERTO
El presente ensayo considera que el amor, incluso en la persona escéptica, atea o agnóstica, se hace religioso, sobrepasa el reconocimiento y la mutua reciprocidad para elevarse y convertirse en adoración. La descomposición actual del amor humano es el resultado de la ausencia del Amor en la vida. Así considerado, el Amor en sí mismo vendría a ser quien asegura el intercambio amoroso; el sentido último de la comunión entre los hombres radica en la presencia ante Dios. Esta verdad del descubrimiento del Amor como aquel que funda, une, capacita, comprende y expande el amor con que se aman el hombre y la mujer, es analizada en esta obra -y de un modo magnífico- en el ámbito del matrimonio y de la familia, así como en importantes obras literarias y en la historia de la filosofía. Finalmente, la propuesta cristiana nos recuerda que el hombre ha sido creado y existe para ser colmado por la libre acogida del amor que Dios es: si para pasar de la sexualidad al amor se precisa un acto de negación y de muerte, para pasar del amor humano al amor divino se necesita un nuevo nacimiento.
Roberto Esteban Duque nació en Mira (Cuenca) en 1963 y fue ordenado sacerdote en 1991. Es licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma y doctor en Teología Moral por la Universidad San Dámaso de Madrid. Ha sido profesor de Teología Moral en el Seminario Mayor de Cuenca y es autor de La concupiscencia en el Magisterio de Juan Pablo II (1998).