En torno a una obra maestra absoluta de las proporciones del Políptico del Cordero Místico que se conserva en Gante, se desarrolla la actividad de uno de los grandes artistas de todos los tiempos: Jan van Eyck. Protagonista destacado de la etapa más luminosa del siglo XV flamenco, Van Eyck introduce en la pintura occidental soluciones técnicas y motivos estilísticos de radical novedad. Van Eyck recoge la extraordinaria herencia del gótico internacional y la transforma con la aplicación de las nuevas reglas de la perspectiva. La lúcida agudeza de su visión, su eficaz representación de los más pequeños detalles, su sutileza en el empleo de los símbolos, el esplendor del color de la pintura al óleo... se unen a un monumental sentido del espacio para conformar una obra que iba a ser un referente ineludible de la cultura artística europea.