El profesor Leo Hertzberg conoció a Bill Weschler a través de su Autorretrato. Paradójicamente, el único rastro visible del pintor era una sombra que Hertzberg tomó por la suya propia, ya que el lugar central del lienzo lo ocupaba la figura de una mujer. Corrían los días de 1975, y ambos hombres se hallaban en un parecido momento existencial: recién casados, iniciando sus carreras profesionales y a la espera de su primer hijo. Desde entonces y durante más de veinte años, Leo y Bill comparten una amistad sin fisuras a través de las diversas circunstancias que les depara la vida: encuentros y desencuentros sentimentales, el reconocimiento social de su obra, las alegrías de la paternidad o el hachazo de la muerte. Pero incluso más allá, el poderoso vínculo que los une seguirá vivo, enfrentado ahora a unos nuevos tiempos cuyas engañosas claves marcan unas reglas desconocidas y llenas de peligros. En Todo cuanto amé Siri Hustvedt aborda con éxito un ambicioso proyecto narrativo, al tiempo que brinda una esclarecedora reflexión sobre el universo de la creación artística
