El Teatro Furioso está en la cima del teatro poético español del pasado siglo. Anticipó la revuelta de identidades y sexualidades que caracterizaría al siglo xxi; se burló de cualquier imperativo, político, religioso o social, y descreyó de cualquier frontera entre lo elitista y lo popular. Fue un teatro sin normas, sin límites; un teatro transgresor, incómodo, dionisíaco, erótico y muy divertido; un regalo para la capacidad de asombrarse, un ejemplo de inteligencia y buen humor. Francisco Nieva nos trae en este libro una puerta a la liberación de la furia, estimula la rabia y el deseo, favorece el coraje y la provocación. Y lo hace sin didactismos ni moralinas discursivas, sino con asombros, diversión y elegancia. El Teatro furioso es la obra de un maestro, acaso el último o penúltimo gran creador teatral del siglo XX.
FRANCISCO NIEVA nació en Valdepeñas (Ciudad Real) el 29 de diciembre de 1927. En 1942 se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Madrid para estudiar pintura y en 1945 entró en contacto con el postismo, primer movimiento de vanguardia de la posguerra española. Entre 1948 y 1963 residió en París, donde recibió el premio Polignac por el conjunto de su obra artística. Tras residir un año en Venecia regresó a Madrid en 1964, y, salvo largas estancias en Berlín y Roma, ha permanecido afincado en esta ciudad. Su creación, centrada inicialmente en la pintura, se orientó también luego hacia la escenografía y dirección teatral y operística y la decoración cinematográfica. Su producción teatral le ha valido el Premio Nacional de Teatro en dos ocasiones (1980 y 1992) y se halla hoy reunida en los dos volúmenes de su Teatro completo (1991). Ha tenido además una relevante actividad como ensayista y articulista, reconocida con el premio Mariano de Cavia. En 1986, la Real Academia Española eligió a Nieva para la plaza de número vacante por el fallecimiento de Antonio Tovar, de la que tomó posesión en 1990. El conjunto de la obra literaria de Nieva obtuvo en 1992 el premio Príncipe de Asturias de las Letras. Su primera novela, El viaje a Pantaélica (Seix Barral, 1994), alcanzó extraordinaria resonancia, superada incluso a raíz de la aparición de la segunda, Granada de las mil noches (Seix Barral, 1994).