«He traído a Hollywood una maleta llena de espaguetis para Sofía Loren. Se los he traído desde Roma, me los había dado su madre, y creo que pocos acontecimientos de las últimas semanas han emocionado tanto al frívolo suburbio de Los Ángeles como la noticia de que una periodista italiana le ha traído espaguetis a Sofía». Esto sucedió en junio de 1957, cuando Oriana Fallaci dividía su tiempo entre Roma, Nueva York y Los Ángeles para hablar de la "fábrica de estrellas". Con una mirada desencantada y el inconfundible estilo cáustico e irreverente de su pluma, Miss Fallaci, como la llamó Orson Welles, a diferencia de sus otros colegas, "sabe esconder al periodista más feroz bajo la más engañosa de las máscaras femeninas". Son los años en los que los ojos del mundo persiguen los nuevos mitos del celuloide, pero solo ella logra describir la humanidad desesperada de estas estrellas tan adorables. De James Dean a Yul Brynner, de Ava Gardner a Ingrid Bergman, y en busca de Marilyn Monroe, Miss Fallaci deambula por Hollywood con mirada desconcertada. "En esta ciudad pueden llegar a ocurrir las cosas más extrañas",
Nacida en 1930 en Florencia, fue educada en una familia antifascista y su padre fue líder en la lucha contra Mussolini. Como periodista colaboró con publicaciones como Il Corriere della Sera, Le Nouvel Observateur, Der Stern, Life, The New York Times o The Washington Post. Como corresponsal de guerra cubrió los principales conflictos de nuestro tiempo: Vietnam, las revoluciones latinoamericanas (Brasil, Perú, Argentina, Bolivia, así como de la Masacre de Tlatelolco en Ciudad de México, donde fue una de las únicas supervivientes tras ser alcanzada por disparos de la policía), Líbano y Kuwait.
Fallaci se hizo célebre por sus desafiantes entrevistas con figuras poderosas como Willy Brandt, Lech Walesa, Moammar Gaddafi, Ariel Sharon, el Shah de Irán, Indira Gandhi o Deng Xiaoping. Fue la única persona en entrevistar al ayatolá Jomeini a quien, en un momento que ha pasado a la historia del periodismo, lanzó con furia su chador tras hacerlo trizas. Terminó sus días amargamente decepcionada con la cultura occidental por fracasar ante el auge del Islam radical. Falleció en su Florencia natal el 15 de septiembre de 2006.