Jedha. Las ajadas calles de esta luna antigua, visitada por todos pero sin dueño, son un crisol de la galaxia. Allí los Jedi son solo un credo más de los muchos que adoran y estudian la Fuerza. Desde los Guardianes de los Whills hasta el Camino de la Mano Abierta, innumerables seres acuden para aprender y compartir su experiencia en paz.
Mientras Jedha prepara el Festival del Equilibrio, la galaxia aún se tambalea por la violenta guerra entre los planetas Eiram y E?ronoh. Sin embargo, tras desbaratar un plan para escalar el conflicto, los Jedi creen factible una paz duradera. El Maestro Creighton Sun y la Caballera Jedi Aida Forte llegan acompañando a delegaciones de ambos planetas para cerrar formalmente la «Guerra Interminable». Los Jedi esperan que la armonía que reina entre las muchas facciones de Jedha y la firma del tratado de paz sean un símbolo para el resto de la galaxia de lo que se puede alcanzar con unidad.
Aun así, no todos están contentos con la implicación de los Jedi ni dispuestos a comprometerse con la paz. Crecen los rumores de que los Jedi dejarán guerra a su estela. La desconfianza y el odio que durante tanto tiempo alimentaron la Guerra Interminable amenazan ahora con contagiar a las diversas comunidades de Jedha. Cuando la violencia estalla, la guerra que se suponía que debía terminar podría extenderse por toda la luna sagrada.
