SCHOPENHAUER, ARTHUR
¿Debemos creer a ciegas, como única verdad, en la visión del mundo y de la vida como una historia de final feliz? Esta rosácea pintura ha sido y es tenazmente defendida por el humanismo optimista que profesan los teóricos del progreso, el teísmo occidental y el pensamiento políticamente correcto de los gobiernos, que no suelen parase en barras, dicho sea de paso, a la hora de homologar al suicida con el demente y con el homicida. En su meditación, dirigida a todo hombre, sobre el dolor del mundo, el suicidio y la voluntad de vivir, Schopenhauer pretende mostrarnos, enarbolando la bandera de un humanismo pesimista, otras verdades más hondas, aunque más inquietantes, sobre nuestra naturaleza que han impresionado seriamente a figuras tan relevantes de nuestro siglo como Tolstói, Freud, Wittgenstein, Horkheimer, Thomas Mann y Charles Chaplin. El actual movimiento de liberación de los animales tiene en estas páginas uno de sus mejores y menos conocidos antecedentes.
Arthur Shopenhauer (Danzig 1788-Francfort, 1860). Filósofo alemán. Identificó la realidad en sí con la voluntad como energía que da vida al mundo. Se matriculó en la Universidad de Gotinga como alumno en la Facultad de Medicina (1809), estudios que dejó dos años después para ingresar en la Facultad de Filosofía. En 1811 marchó a la Universidad de Berlín, donde asistió a las clases de Fichte y de Schleiermacher. En 1820 se incorporó a la Universidad de Berlín como profesor. Su filosofía está influida por Platón, Kant, el pensamiento hindú y el budismo. Su obra más importante fue " El mundo como voluntad y representación " (1818). Para Schopenhauer el querer supone insatisfación y, por tanto, la voluntad representa el origen del dolor y del mal. Esta visión hizo que su pensamiento fuera calificado de pesimista. Otras obras suyas son " De la cuadrúple raíz del principio de razón suficiente " (1813), " Sobre la voluntad en la naturaleza " (1836), " Dos problemas fundamentales de la moral " (1841) y " Parerga y Paralipomena " (1851).