El texto forma parte de un poemario-almanaque, incompleto e inédito, que el poeta Ángel González (1925-2008) escribió durante los últimos años de su vida. Se trata de la única obra que el autor escribió especificamente para niños, y su tono contrasta con el pesimismo vital de los últimos poemas para adultos que redactó al mismo tiempo.
Es la primera vez que se dedica un álbum ilustrado a la obra de Ángel González (el 12 de enero se cumplirán cuatro años de su muerte).
Ángel González (Oviedo, 1925-Madrid, 2008). Poeta español de la Generación del 50. Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1985 y académico y premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1996, publicó su primer libro de poemas en 1956. Su lenguaje es siempre puro, accesible y transparente; se destila en él un fondo ético de digna y humana fraternidad, que oscila entre la solidaridad y la libertad, al igual que el de otros colegas generacionales como José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, José Agustín Goytisolo y José Manuel Caballero Bonald.'