MOLINA, MARGOT
Quien no ha visto Sevilla no ha visto maravilla, y no por repetido deja de ser cierto. La ciudad envuelve y cautiva al visitante con una mezcla de belleza y sentimiento. Sus monumentos, como la imponente catedral gótica, epicentro de uno de los cascos antiguos más extensos de Europa, son la perfecta puesta en escena para una ciudad que eclosiona en primavera y disfruta de la calle como ninguna
Nacida en Málaga, llegó a Sevilla en 1988 para unos meses que se alargaron hasta el 2015. Margot Molina es periodista y viajera, o viceversa, según el momento. De sus antepasados romanos ha heredado una máxima que rige su vida: carpe diem. Ese gusto por vivir el momento del que se contagian todos aquellos que, como ella, se dejan embaucar por Sevilla. Especialista en periodismo cultural, sección de la que forma parte en el periódico El País desde ese mismo 1988, ha viajado por buena parte del mundo (Europa, África, Oriente Medio, Asia y América) y ha escrito sobre sus periplos en el periódico en el que trabaja y en revistas especializadas. Desde el 2015 vive en Madrid y se ocupa también de gastronomía
