MICHAUX, HENRI
Lejos de ser una etnografía imaginaria, Retrato de los meidosems es la expresión de un mundo, el nuestro, despojado de sus apariencias. Los meidosems somos nosotros, contemplados debajo de la piel, reducidos a estados, a nudos, a elasticidad, con impulsos que son trayectorias y estados que son núcleos. (...) En el meidosem se pierden las distinciones. Lo sólido es fluido. lo fluido, gaseoso. lo gaseoso, energético, animal. Michaux acostumbra a mirar dentro de las envolturas, más allá de ellas. El mundo que describe traspasa las diferencias que nuestro lenguaje legitima para el común acuerdo de las percepciones. El universo meidosem no es un universo paralelo, ni posible ni imposible, tampoco es una simple metáfora. es este mundo nuestro contemplado a través de una mirada que sabe liberarse de los prejuicios con los que el entendimiento repite y reproduce anticipando la realidad, que sabe no recordar antes de ver, y que posee el don de saberlo expresar. Chantal Maillard
Henri Michaux nació en 1899 en Namur, Bélgica. Tras una infancia solitaria y después de que su padre se negara a que siguiera la carrera eclesiástica, se dedicó a viajar como marinero. A su regreso, publicó en 1927 su primer libro de poesía. En 1937 se estableció en París, donde murió, a la edad de ochenta y cinco años, en octubre de 1984. Poeta, narrador y pensador, fue también pintor. Pese a los honores que recibió en Francia en los últimos veinte años de su vida, Michaux siguió siendo un hombre ensimismado. Hasta tal punto era celoso de su intimidad que siempre rehuyó sistemáticamente a periodistas y, sobre todo, a fotógrafos.