PLUTARCO
Las vidas de Pericles (siglo V a. C.) y Fabio Máximo (siglo III a. C.) se abren para mostrarnos unos
hombres cuya firmeza de carácter dio seguridad, respectivamente, a Roma y Atenas en momentos críticos de su historia.
El primero supo prever con inteligencia el futuro, aunque los dioses no le permitieron desarrollarlo como él quería. Su
astucia política y su capacidad para afrontar situaciones comprometidas (ninguna más ardua que la del enfrentamiento
entre Esparta y Atenas) significaron un hito en la hegemonía ateniense sobre Grecia. El segundo es ejemplo de la
serenidad, seguridad y prudencia que debe mostrar, a juicio del queronense, el buen político en las dificultades de la
patria. Como su pareja griega, siguiendo sus propios criterios frente a la irracionalidad del pueblo y de otros
personajes, emerge con talla de auténtico artífice de la salvación de Roma ante Aníbal. Gracias a Plutarco, Pericles y
Fabio Máximo reviven entre nosotros con vida y alma propias, recreados a partir de grandes obras artísticas, como las
Historias de Heródoto, de Tucídides o de Tito Livio. «En la Vida de Pericles, la enorme capacidad de Plutarco para
extraer de sus fuentes los aspectos pertinentes a la caracterización humana ha dado como resultado uno de los retratos
más importantes de su obra biográfica. En la Vida de Fabio Máximo la originalidad de Plutarco está en la semblanza que
nos ofrece de este aristócrata romano capaz de discernir entre la actitud irrespetuosa de Flaminio y los temores
supersticiosos del pueblo». Aurelio Pérez Jiménez
Plutarco (45-120 d. C.) creció en el seno de una familia culta de Queronea durante la dominación romana de Grecia. Su formación filosófico-religiosa le aproximó al estoicismo, manifestándose incompatible con la ética epicureísta. En su obra Moralia (denominada también Obras morales y de costumbre) Plutarco plantea las bases teóricas de su ideal moral, mientras que en Vidas paralelas refleja la plasmación práctica de dichos ideales en figuras arquetípicas de la antigüedad greco-romana. El diálogo Sobre el amor, cuyos precedentes literarios se hallan en el Banquete y el Fedro platónicos, se centra en una cuestión concreta y particular: ¿deberá el joven Bacón renunciar a sus amantes masculinos y casarse con Ismenonodora?; y otra más general, sobre la realidad y esencia misma del amor. Antonio Guzmán Guerra, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, incorpora en esta edición, vertida directamente del griego, abundantes notas que contribuyen a la localización y contextualización de la gran cantidad de citas literarias con las que Plutarco solía adornar sus obras.