En este tomo XII de las Obras Completas de Manuel Martínez Mediero se mezclan los recuerdos con obras pasadas y presentes. Junto a tres textos de los últimos tres años encontramos otros dos que datan del franquismo, uno de los cuales presenta la peculiaridad de estar inspirado en una anécdota vivida por el propio autor. Corrían los tiempos de la censura cuando Martínez Mediero se encontró en la tesitura de tener que escribir una función con el espía que le mandaban desde servicios ignorados. Se formó así un curioso tándem literario, entre vigilante y vigilado, verdugo y posible víctima. Más detalles jugosos para el lector en la introducción El caso de la memoria , donde Martínez Mediero narra recuerdos de su juventud con el mismo humor, ingenio y frescura que impregnan habitualmente sus obras. El libro se cierra con una adenda donde se reproducen tres cartas escritas por autores amigos: Rodríguez Méndez, Marsillach y Haro Tecglen. Las obras que configuran este volumen son: Aquellos jóvenes, guapos y virtuosos que cantaban canciones (2003), El día que Dios mandó nevar en Sevilla (2004), Edipo en las Olimpiadas (2005), Un hombre inesperado (1967) y Corre, gallo desplumado (1972).
