PERIS, CARMEN
Generalmente, los niños disfrutan mucho del baño, pero a veces, se niegan con todas sus fuerzas y es difícil convencerlos. Si el rechazo es muy fuerte, será mejor no bañarlo cada día. es suficiente con dos o tres baños semanales. Eso sí, es preciso sustituir el baño por una meticulosa limpieza con esponja. Es muy importante utilizar un jabón neutro que no irrite los ojos y que la temperatura del agua y del cuarto de baño sea agradable. Tenemos que evitar que el niño asocie el baño con sensaciones desapacibles, ya que éstas pueden ser el origen del rechazo. También es posible que le dé miedo el agua, de forma que, en lugar de Ilenar la bañera, podemos poner sólo unos centímetros de agua. La consigna es convertir el baño en una fiesta, y por eso, hay que dejar elegir al niño. Debemos permitírle que escoja los juguetes que quiera que le acompañen, que elija la cantidad de agua, que decida si quiere enjabonarse solo y, lo que es más importante, debemos alabar todas esas actitudes para que la hora del baño sea divertida y esperada.
