Es un hecho que cada vez hay menos jóvenes que se sienten atraídos por la vida consagrada. ¿No será -se pregunta el autor- que nuestro estilo de vida ha envejecido? Es necesario refundar la formación para la vida consagrada, con los ojos puestos en la misión, pero sin olvidar la necesidad de la interiorización, la pertenencia y la virtud. Hay que plantear la formación a la vida consagrada desde la escucha y la acogida a los jóvenes, proponiéndoles verdaderos procesos de vertebración personal, para que, abiertos y comprometidos con la realidad en la misión, sean a la vez resistentes y modulen un corazón fuerte para amar con intensidad y vivir un estilo de vida solidario y arriesgado.
Xavier Quinzá Lleó (Valencia, 1946) es jesuita, director del Centro Arrupe (Valencia) y profesor en excedencia de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas (Madrid). Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación (Univ. Complutense) y doctor en Teología (Univ. Pontificia de Comillas), ha sido Profesor de Teología Contextual, especializado en temas de evangelización y culturas, cuestiones de semiótica, historias de vida y lenguaje religioso. Ha sido profesor invitado en la Universidad Pontificia de Salamanca y en el Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales (ILADES), de Santiago de Chile. Entre sus publicaciones más recientes, además de numerosos artículos de investigación y divulgación, se cuentan: "Desde la zarza. Para una mistagogía del deseo" (Bilbao, 2002), "Signos de Dios en lo cotidiano" (Vitoria, 2003), "Pasión y radicalidad. Posmodernidad y vida consagrada" (Madrid, 2004) y "Junto al pozo. Para aprender de la fragilidad del amor" (Bilbao, 2004).