BECKETT, SAMUEL
Una obra maestra olvidada en un cajón «Le dije que la había leído y que era una obra maestra, pero me respondió que no era tan buena, y que en la traducción había eliminado una cuarta parte. Sin embargo, un rato después se me acercó para preguntarme si realmente creía que su obra era buena. Los escritores muchas veces no entienden lo que hacen y Beckett odiaba su trabajo, y no podía juzgarlo», recordaba en 2012 Paul Auster en una velada literaria en Nueva York. Quizá el escritor estadounidense sea el mayor defensor de la valía de esta novela de Samuel Beckett, ya desde que en 1975 escribiera una reseña para la revista Commentary. Beckett había escrito Mercier y Camier en 1946 en unas condiciones de extrema pobreza, teniendo además muy recientes sus experiencias en la Francia ocupada y, más alejadas en el tiempo, sus vivencias de juventud en una Irlanda asfixiante de la que siempre quiso huir. Era su primera obra escrita en francés y al no encontrar editor
en su momento, la mantuvo escondida en un cajón. Tuvo que recibir el Premio Nobel en 1969 para que esta pequeña y divertidísima obra viera la luz, ante la exigencia de su editor para que le diera material que publicar de inmediato.
Samuel Beckett (Dublín, 1906-París, 1989) estudió en la Portora Royal School y el Trinity College de su ciudad natal, y posteriormente fue profesor de la École Normale Supérieure de París. En esta ciudad conoció a James Joyce, al que consideró maestro y amigo. Participó en la Resistencia francesa durante la segunda guerra mundial y en 1945 se instaló definitivamente en Francia, donde escribió toda su obra. En 1969 recibió el Premio Nobel de Literatura. Tusquets Editores ha publicado sus obras teatrales Esperando a Godot, Fin de partida, Eleutheria, Film y Teatro reunido, así como sus prosas Pavesas, Manchas en el silencio y Relatos. Deudora de la prosa joyceana y a la vez ajuste de cuentas con el maestro, Sueño con mujeres que ni fu ni fa es la primera novela de Beckett, además de su obra más autobiográfica; escrita en París en 1932 y publicada póstumamente por deseo del autor, es un texto deslumbrante y tortuoso que rompecon la narrativa convencional y abre caminos al futuro Beckett. Sobre todo ello arrojan luz en su Posfacio los traductores, que ofrecen a los lectores una magistral traducción de esta novela inédita hasta ahora en lengua española.