GARCÍA LOUAPRE, PILAR
Tras el matrimonio real, la orden de partida ha sido dada, siguiendo la iniciativa de los reyes, se viajará a través de Francia, hacia el norte, con destino a París. Las gentes que componen el cortejo acogen con alegría esta decisión, han abandonado su hogares desde hace ya meses y sólo ambicionan el volver a ellos, sean humildes casas, sean lujosos palacios. Saben que el viaje será largo y lleno de dificultades, pero tienen la esperanza de que sea más rápido que el anterior de ida a la frontera. Se ha dicho que se andará todo el día, sin paradas inútiles, sin fiestas ni celebraciones, sólo las necesarias para recuperar las fuerzas, arreglar los carros y carrozas, y cambiar los caballos cuando fuere necesario. Las estancias en los pueblos por donde deben pasar serán breves ya que en la mayoría de los casos, los albergues serán humildes y las casas de huéspedes escasas. María Teresa conoce todas las circunstancias que le esperan, por ello ha pedido a Luis que la acompañe siempre , que no se separe de su lado, a lo que su esposo le ha respondido: . - " No nos separaremos, he ordenado a mi mariscal encarga