La Hostelería de] siglo XXI se nos muestra con una gran vitalidad, con profundos cambios, en plena evolución y aportando continuas novedades en el desarrollo lo de sus negocios, en este caso, con nuevos establecimientos que, popularmente, llamamos Bares y Cafeterías. Sin embargo, en las dos últimas décadas, estamos viviendo la aparición de nuevos productos donde la bebida y comida tradicional se está ofreciendo y presentando de distinta manera. El café ha traído sus inmensas posibilidades donde la calidad y la variedad se nos presenta en locales con nuevos diseños, originados o no en franquicias, que permiten saborear un Colombia, un Jamaica Blue Mountain, un Costa Rica Tamazú, un México Pluma Altura o un Guatemala Antigua, interpretados a gusto del cliente. Así nos pasa con las infusiones y hablamos de té verde, rojo, negro, aromatizados, de hierbas, de todo tipo y, en muchos casos, con repostería de calidad, jugos naturales, batidos, comidas rápidas o tostas novedosas, entre otras. En estos cambios, el chocolate ha irrumpido con clase, ofreciendo sus productos, que van desde una exquisita taza a los bombones más deliciosos. Ahí están, posicionándose, los nuevos establecimientos de las almendras del cacao que se asemejan a boutiques. El vino ha tenido una auténtica transformación. Nuestras Denominaciones de Origen llevan al mercado verdaderas joyas vinícolas para todos los gustos, desde los vinos del año a las más celebradas reservas. Yano hay un solo vino, hay establecimientos que ofrecen decenas de tipos y marcas para satisfacción de los clientes. No se trata de beber vino, sino de convertir en una cata constante la visita a estos lugares donde beber calidad supera a beber cantidad.