En la mayoría de los cuentos, escritos entre 1945 y 1952, la imaginación erótica de Boris Vian no tiene límites. Dese el lobo-hombre, invirtiendo la ya conocida leyenda, que se «inicia» en un hotelucho de Montmartre, hasta la bailarina del Bronx que sólo se «inspira» tras atropellar perros y personas con un taxi, todo es posible. En otros de estos cuentos, están estos personajes, tan cercanos a Boris Vian que casi podrían confundirse con él : pícaros, imaginativos, cínicos, desprendidos, en una palabra rigolos, como diría él. Las situaciones son siempre absurdas como absurdos son los años que siguen a una guerra : el mundo de las restricciones, de la puesta en cuestión de muchos principios del sálvese-quien-pueda-y-como-sea.
Boris Vian nació en Ville d?Avray en 1920 y murió en París en 1959. Ingeniero, cantante, trompetista, inventor, locutor, escenógrafo y traductor, vivió casi con furor sus cortas, inquietas e intensas vidas paralelas, todas ellas en el efervescente escenario parisino de la posguerra, donde frecuentó tanto los grupos existencialistas más sesudos ?como el de la revista Les Temps Modernes, dirigida por Jean-Paul Sartre?, como las caves de jazz, donde tocaba y desde las que escribía sus crónicas para Hot Jazz. Cultivó también la poesía, el cuento y el teatro, pero son sus novelas las que le hicieron mundialmente conocido. Tusquets Editores ha publicado sus novelas Que se mueran los feos, El lobo-hombre, El otoño en Pekín, La hierba roja y El arrancacorazones. Inencontrable en el mercado en lengua española, presentamos ahora A tiro limpio, uno de los títulos más representativas del universo de Boris Vian, en una nueva y magistral traducción, precisamente cuando se celebra el cincuentenario de la muerte de este genial escritor.