GLOAGUEN, PHILIPPE
Lisboa es un destino ideal para pasar un estupendo fin de semana ¡y sin gastar demasiado! A su cercanía geográfica (desde Madrid, en avión se tarda poco más de una hora) se une su cercanía «personal», que hace que los lisboetas reciban al viajero con su mejor sonrisa esperando apenas algunas palabras en portugués para entablar conversación. Y eso, para un hispanohablante, no resulta tan complicado: con la ayuda del vocabulario que encontraréis en nuestra guía Trotamundos Routard, lo conseguiréis (solo una advertencia práctica: «ão» se pronuncia «o»). Si os animáis a viajar a la capital portuguesa en coche, el recibimiento merecerá la pena; al cruzar el puente 25 de Abril, el panorama que se despliega es fabuloso: a sus pies, el estuario del río Tajo, impresionante, y al frente, las siete colinas que componen el centro histórico de Lisboa, de una incomparable belleza... Pero una vez allí, aparcad vuestro vehículo y " olvidadlo " , porque ¡os resultará dificilísimo moveros con él! Por ello, en nuestra guía encontraréis un apartado donde se detallan los medios de transporte que podéis utilizar, desde el metro, al tradicional tranvía (¡no dejéis de montar en el mítico 28!), sin olvidar los curiosos funiculares y elevadores, esos que parecen juguetes de principios del siglo XX. Aunque como mejor se conoce esta ciudad es? a pie. Por ello la guía os recomienda distintos itinerarios, destacando aquello que no podéis perderos, dependiendo del tiempo del que dispongáis o vuestros intereses. Además, os ayudaremos a encontrar los lugares que visitar, los establecimientos donde comer, tomar un café, comprar o escuchar fado?, con consejos sobre cómo orientaros, especialmente, en el entramado de callejuelas de algunos barrios, como Alfama? Sobre gastronomía, ¿quién no ha oído hablar del famoso bacalhau portugués? Si no queréis perderos en la enorme oferta, os ayudamos a elegir?, dejando siempre un huequito para el postre: ¿os apetece un delicioso pastel de nata de Belém??
En el año 1972 Philippe Gloaguen regresa de su viaje a Estambul, Teherán, Islamabad, Goa, Katmandú, etc. y se precipita sobre el despacho del director de la revista Actuel para mostrarle su reportaje, nada menos que 75 páginas; éste, abrumado por la extensión, le comenta que sería mucho mejor escribir una guía, y de este modo Philippe comienza un nuevo trekking: el tour de los editores. La guía será rechazada por 19 editoriales y será finalmente un pequeño pero visionario editor el que se dará cuenta de la gran idea: una guía de viaje destinada a los más jóvenes.