LUERIO JUAN
Hard boiled plagado de personajes cínicos que buscan sus propios objetivos, de referencias operísticas y filosóficas que nos sitúan en una Nigeria marcada por los contrastes entre el amor, el sexo, la violencia y las relaciones diplomáticas.Cuando Linda leyó en la edición dominical del New York Times que su amante, Giovanni Gentile, había muerto degollado en un suburbio de Lagos supo que era cierto porque nadie en su sano juicio se podría haber inventado que un alto miembro de la curia vaticana, papable, de familia italiana pudiente, fuese a encontrar la muerte en un burdel de los arrabales más violentos del mundo. Y lo odió como nunca se imaginó que se podría odiar a alguien porque no le quedó más remedio que volver a África a saldar cuentas. Todos sintieron lo mismo y cada uno tenía sus razones inconfesables que nos estremecen porque podríamos haber sido nosotros mismos los que odiaban como solo se puede odiar a un muerto.
Diplomático.
Nació en A Coruña Estudió en Bruselas y Nueva York con beca de la Fundación Barrié y aquí pasó el Bar Exam con toda la intención de ejercer de abogado
Se fue a vivir a Oporto por amor y allí se hizo diplomático estudiando de madrugada antes de ir a trabajar. Pasó por Angola, Nigeria, Argelia y Tanzania y aquí, por fin, consiguió hacer lo que siempre quiso: labrar muebles con restos de barcos desahuciados. Ahora deambula, conmovido, por los mismísimos salones que recorrió Solal y se pierde en las montañas que contemplaba Hans Castorp envuelto en su piel de camello.