La historia del SANTO GRIAL tuvo tantas interpretaciones como nombres recibió este milagroso recipiente, ante cuya visión desaparecen las lacras humanas, tanto físicas como espirituales. En la Edad Media, el SANTO GRIAL era sinónimo del cáliz con el que Jesucristo celebró la Última Cena y en el que José de Arimatea recogió su sangre en el Gólgota. Lógicamente todo ello tenía un sentido de metáfora. Por eso los caballeros que iban tras el SANTO GRIAL no hacían otra cosa que emprender una vía de perfeccionamiento espiritual para llegar a un estado de bienaventuranza. Los caballeros dél GRIAL pretenden aunque a veces con bastante torpeza algo muy distinto: acometer una empresa cuyo éxito les permitirá descifrar todas las incógnitas que rodean sus vidas.