En La lámpara maravillosa Valle-Inclán resume su estética y su ética. Haciendo eco de la riqueza de teorías filosóficas, tendencias y movimientos de fin de siglo, el autor gallego sacraliza la belleza como centro del universo. Musicalidad, belleza, amor y ética son los cuatro pilares sobre los que se alza el pensamiento estético de Valle. Una pieza clave para comprender el complejo entramado teórico que alimenta la obra de uno de nuestros escritores más geniales.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936) colaboró asiduamente en prensa y cultivó la prosa y el teatro, llegando a ser uno de los mayores renovadores de la escena española gracias a su técnica el esperpento. Contrario a la dictadura de Primo de Rivera, motivo por el que llegó a estar encarcelado, ostentó el cargo de conservador general del Patrimonio Artístico y director de la Academia Española de Bellas Artes en Roma durante la Segunda República. El deterioro de su salud le hizo retirarse a Santiago de Compostela, donde falleció en 1936.