Los textos aquí reunidos se dirigen, como casi toda la obra de Polanyi, contra un único enemigo, solo que proteico y disfrazado bajo numerosos rostros, el orden del capitalismo. La idea que subyace a ellos es que al apabullante dominio del mercado en cada uno de los rincones de la vida social le va de suyo la deshumanización del hombre y, junto con ello, la disolución de cualquier institución verdaderamente democrática que pueda resistir su dominio. En este sentido, hay algo más que una afinidad electiva entre el capitalismo y el fascismo: el fascismo es para Polanyi un programa político encaminado a salvaguardar, cueste lo que cueste, el orden social del capital. Para cumplir con su objetivo, la coalición del capitalismo con el fascismo persigue descuajar las raíces cristianas que sustentan la vida humana. Polanyi desenmascara la ideología capitalista, que hace pasar como naturales ciertas relaciones sociales que son solo privativas suyas. Sin embargo, tan naturales no deben ser estas relaciones a la vista de que el orden capitalista con frecuencia ha recurrido al fascismo, a los poderes más sanguin
Antropólogo austriaco de origen húngaro, destacó por sus teorías sobre la socialdemocracia, que le llevaron a abandonar primero Hungría, y más tarde Austria, durante el ascenso del nazismo. A partir de entonces, Polanyi pasó por Inglaterra y Canadá, donde se estableció para dar clases en Nueva York, ya que el gobierno americano se negó a otorgarle un visado a su mujer por su pasado comunista. De entre su obra habría que destacar títulos como La gran transformación (1944), donde critica el liberalismo, así como Comercio y mercado en los imperios antiguos (1957), una obra fundamental en el campo de la historia económica. Polanyi es considerado uno de los intelectuales que más agudamente han analizado las relaciones entre sociedad, cultura y economía. Sus estudios críticos sobre la historia y la estructura del capitalismo, en abierto conflicto con la ideología del laissez faire de los liberales de su tiempo, pero también con el marxismo ortodoxo, están dotadas de una dimensión humanista y de una erudición excepcionales, y sobre todo están apoyadas sobre sólidas bases antropológicas y sociológicas.