SPENGLER, OSWALD
LA DECADENCIA DE OCCIDENTE se editó por primera vez en España en 1923 en una colección que se quería «Biblioteca de Ideas del siglo XX». ¿No es genial el proyecto de publicar ideas «al tiempo» que se producen? Oswald Spengler había comenzado a escribir esta obra cuando la Primera Guerra Mundial interrumpió su tarea, y claro, la extendió en varios sentidos. Ortega firma el Prólogo de la edición española y escribe, casi de paso hacia otra reflexión: «... la guerra mundial que no ha sido tan mundial como se dice...». con ello se hace eco del punto de vista/palanca que el autor propone como explicación de su trabajo: Occidente no lo es todo y, además, se acaba. Y lo demuestra. Se hace difícil transmitir en estas pocas líneas la abundante información y datos que contiene la obra y el fondo vital que los sustenta. Spengler baraja números, música, catedrales e hipótesis científicas con lo mágico, el sino y las eternas preguntas sin respuesta del hombre. sitúa su luz sobre los hechos en ángulos distintos de los acostumbrados y alumbra diferentes aspectos de las mismas cosas. Para él la historia está habitada de seres/culturas que nacen, crecen, se multiplican y mueren. Quizá la lectura ayude a responder a alguna de las cuestiones que Ortega plantea en su texto: ¿De qué modo puede sucumbir una cultura que no sea por propia detención...?
Oswald Spengler (Blankenburg, 1880 ? Múnich, 1936) se doctoró, en 1904, en la Universidad de Halle con una tesis sobre Heráclito. Ejerció como profesor de secundaria hasta que la pequeña herencia que le dejó su madre le permitió trasladarse a Múnich y dedicarse a la investigación. Exento del servicio militar por problemas de salud, Spengler no participó directamente en la Primera Guerra Mundial, pero la contienda influyó decisivamente en sus reflexiones sobre la política y la historia. El primer volumen de La decadencia de Occidente, la obra que catapultó al autor a la fama, apareció en 1918 y el segundo volumen, en 1922.