El chancho de fuego llega a nosotros para recuperar las pequeñas cosas de la vida y agasajarlas con sabiduría. Despertar el erotismo, compartir lo que soñemos con nuestras seres queridos, pulir el diamante que somos y transformarlo en esencia. Reinventar la vida con imaginación, humor y conciencia. Evitar gastar energía en peleas y discusiones, sacar de la despensa los ahorros emocionales y distribuirlos con generosidad a quienes abran su corazón al viento. Estamos trasbordando hacia otra realidad planetaria. Es la oportunidad para elegir una nueva vida confiando en la intuición, en la solidaridad y en el amor. No le tiremos margaritas a los chanchos y confiemos en nuestra vocación y visión divinas. Vislumbro un nuevo amanecer. L. S. D.
