«Los quiero a todos. Ése es el problema. Stef ama la vida por encima de todo y tiene unas manos mágicas. Joel tiene una boca dulce y una emocionante fragilidad. Amy es una bomba impredecible. Richard es sólido y desinteresado. Jonny, bueno, es un héroe trágico, supongo. Por eso tengo un cepillo de dientes en seis baños diferentes de Londres. Por eso tengo cinco móviles, ojeras y un gigantesco cubierto en mi cuenta bancaria. Por eso me levanto cada mañana en un estado de total con fusión y desorientación. Nunca sé dónde estoy, pero sé que no estoy en casa. Kathryn Cheet trabaja como taxista en Londres y hace el turno de noche. El resto de su tiempo lo dedica a sus cinco amantes. Cinco amantes con los que mantiene cinco vidas diferentes y con los que habla a través de cinco móviles distintos, cada uno de un color para no cometer errores. No se conocen entre sí, y cada uno de ellos cree mantener una relación exclusiva con Kathryn, o con Kathy, Kat, K, Katy o Kitty, porque cada uno de sus amantes la Ilama de una manera distinta. Estos son Richard, un maduro padre soltero. Joel, un guapo jovencito ayudante de peluquero y eterno aspirante a bailarín, Stef, un delincuente de poca monta, Jonny, un músico de rock en permanente crisis, y Amy, una atractiva periodista lesbiana. Kathryn Ileva con soltura sus cinco historias, pero el oficio de taxista facilita los encuentros y las sorpresas. Así conoce una noche al que será su sexto amante, Craig, un hombre enigmático del que no consigue saber prácticamente nada y que poco a poco complicará su vida y las relaciones con sus cinco amantes, hasta hacerlas saltar por los aires.