YOKOMIZO, SEISHI
A finales del período Sengoku, uno de los más sangrientos de la historia de Japón, un grupo de samuráis se refugia en un pueblo entre montañas huyendo de sus enemigos. Llevan consigo tres mil monedas de oro, una verdadera fortuna que despierta la codicia de los lugareños. Cegados por la avaricia, los aldeanos asesinan a los samuráis, que en su último aliento maldicen la estirpe de sus verdugos. Casi cuatro siglos después, Yozo Tajimi, descendiente del instigador de aquella matanza, enloquece y asesina a treinta y dos personas antes de desaparecer sin dejar rastro.
Han pasado veinte años y la historia parece repetirse...
Es considerado, junto con Edogawa Ranpo, uno de los máximos exponentes de la novela de misterio japonesa. Sus obras, de marcada influencia occidental, están inspiradas en los clásicos de la "edad de oro" de la ficción detectivesca. Conocido, fundamentalmente, por ser el creador del célebre detective Kosuke Kindaichi que recordará al lector occidental a los imprescindibles Padre Brown o al doctor Gideon Fell.